jueves, 24 de julio de 2008

Libro memorias de una geisha

La protagonista, Chiyo y su hermana mayor Satsu, viven en un pueblo a las orillas del Mar Japón, Yoroido. Son conducidas a Gion por un hombre llamado señor Beku. Satsu es vendida a un burdel y Chiyo a una okiya (una casa para las geishas).
Chiyo se hace amiga de Calabaza, una muchacha que llevaba unos meses más que ella. Después de varios años, Calabaza se convierte en la hermana menor de Hatsumono y gracias a ello, Hatsumono le prohíbe hablar con Chiyo.
Debido a sus inusuales ojos, de color azul grisáceo, Chiyo va a convertirse en geisha, a pesar de la rivalidad de Hatsumomo, la única geisha actual de la okiya Nitta. La arrogante Hatsumomo advierte el potencial de Chiyo, ya que representa una posible competencia. Chiyo queda reducida al papel de sirvienta de la okiya, perdiendo sus posibilidades de convertirse en geisha a causa de las maquinaciones de Hatsumomo.
Su breve encuentro con el próspero y benevolente señor Presidente consigue cambiar su suerte. Chiyo consigue llamar la atención de la geisha con más éxito en Gion, Mameha, a la que Hatsumomo desprecia porque la supera en cada aspecto y a la que no puede vencer, porque Mameha ha obtenido su independencia como geisha, mientras que Hatsumomo aún no.
Mameha adopta a Chiyo como aprendiz (hermana menor) y la prepara para competir contra Hatsumomo, (Chiyo piensa que Mameha sólo quiere usarla para vengarse de Hatsumono, pero al final se entera de que lo hace por recomendación del Presidente). Cuando Chiyo inicia su aprendizaje junto a Mameha recibe un nuevo nombre: Sayuri, que no tiene nada que ver con Mameha, porque una geisha siempre debe tener un nombre con la primera sílaba de su hermana mayor, como por ejemplo, Calabaza adopta el nombre de Hatsumiyo, por Hatsumono, pero todo el mundo siguió llamándola Calabaza. Sayuri y Mameha acaban completamente con la reputación de Hatsumomo, que es expulsada de la okiya.
Una vez que vende su virginidad, Sayuri no es sólo una geisha con éxito, consigue pagar todas las deudas que tenía con la okiya de Nitta y es adoptada por el ama de la okiya. El inicio de la
Segunda Guerra Mundial, un tema que aparece reflejado en las crecientes referencias a los militares japoneses, supone un nuevo reto para la heroína. De pronto, sus logros se vuelven irrelevantes y su belleza física queda devaluada debido al trabajo manual y la carencia de alimentos. Su vida de lujos cambia y es sustituida por duras condiciones y trabajo físico.
Durante su período como geisha antes de la guerra, vuelve a encontrarse con el señor Presidente, pero no consigue acercarse a él tanto como quiere. En cambio, las circunstancias la empujan a unirse a Nobu, el mejor amigo del Presidente. Es Nobu quien salva a Sayuri de la dureza de la guerra hasta que Gion pueda recuperar su antiguo esplendor, bajo la condición de que le permita después ser su danna, cosa que ella acepta a pesar de que es el Presidente el hombre que ella desea.
No es hasta que se encuentra en una situación indeseable que el deseo de Sayuri de estar junto al señor Presidente la libera y ella sale en busca de su propio destino. Cuando el señor Presidente la saca de la okiya para que sea su danna (amante),y debido a los continuos viajes de negocios del señor Presidente, ella establece una casa de té para empresarios japoneses en
Nueva York, de modo que el señor Presidente puede salvar su imagen en Japón cuando su hija está a punto de casarse con un hombre destinado a ser su heredero.

Controversia [editar]
Tras la publicación de la novela, Arthur Golden fue denunciado por la geisha (
Mineko Iwasaki) con la que había trabajado, por difamación e incumplimiento de contrato. Según la demandante, su acuerdo suponía el anonimato total. Esto era debido a que existe un código de silencio en la comunidad de las geishas y a que romper dicho código supone una gran ofensa. Además, Iwasaki dice que la novela de Golden retrata a las geishas como prostitutas de clase alta. Por ejemplo, en la novela se subasta la virginidad de Sayuri al mejor postor, un concepto que ofendía a Iwasaki particularmente. Iwasaki declaró que esto no sólo no le había ocurrido a ella, sino que tal costumbre no había existido jamás en Gion. Al basar el personaje de Sayuri en Iwasaki, Golden implícitamente la convertía en una prostituta. Según Iwasaki, Arthur Golden había incumplido su acuerdo y causado gran deshonor y vergüenza tanto a ella como al mundo de las geishas. Cuando el nombre de Iwasaki apareció impreso en el libro, ella comenzó a recibir amenazas de muerte y peticiones de censura por deshonrar su profesión. En 2003, Iwasaki y Golden alcanzaron un acuerdo no judicial por una cantidad económica que se desconoce.
Mineko Iwasaki presentó la demanda contra Arthur Golden en la corte federal de Manhattan al escribir memorias de una geisha (1997), pidiendo un porcentaje de los 10 millones de dólares en ventas por incumplir anonimato y decir que la señorita Iwasaki fue vendida al mundo de las geishas por sus padres, y que su virginidad fue subastada al mejor postor cuando se hizo profesional". Después Mineko Iwasaki escribió Vida de una geisha (2004)

2 comentarios:

Melina Magallanes dijo...

oye yo kiero ver esa peli... me la puedes conseguri, a veo que tublog es igual que el mio. Melina

ULISES VERTTI SANCHEZ dijo...

que onda crayolita fuiste la primera que visito mi blog y te lo agradesco mucho ya si pide otra ves quince visitas, ya llevo una, bueno esta muy padre tu blog, algo rosa pero padre